Postgrados, corresponsalías en Nueva York, trabajos en la UE, en la agencia EFE, o la dirección de informativos de TVE. Quién diría que estas trayectorias corresponden a las de los miembros del horrible club de la caspa de la televisión, y como ya habréis supuesto por el título, no estoy hablando precisamente de Belén Esteban.
Nos quejamos de la telebasura, cuando sabemos que al fin y al cabo todo eso es un teatro, mientras que no decimos nada sobre los cafres que debaten cada día sobre política en las televisiones. Preferimos obviar el tema, hacernos los alternativos y decir que no nos interesa la política. Craso error, por cierto.
Por supuesto que estoy hablando de Sostres, pero también hablo de la vergüenza que me da escuchar a Curri Valenzuela, o del miedo que siento cada vez que María Antonia Iglesias abre la boca para atacar, por decirlo finamente, sin piedad a la derecha.
Que me corrijan los expertos si estoy equivocado, pero que yo sepa, el respetar el turno del rival y al rival mismo, el atacar con argumentos y no con frases vacías que buscan el aplauso fácil, son reglas que se deben dar en todo debate político.
Y es que, es inconcebible que semejantes personas, las cuales demostraron un día que podían ser grandes profesionales, se hayan pervertido hasta ser los hooligans políticos del momento.
No me extraña que mientras estos individuos estén en el prime time diciendo una perogrullada tras otra, la desafección hacia la política crezca a pasos agigantados cada minuto que pasa. Para que luego digan que los medios no son el cuarto poder. Bastante tenemos ya los ciudadanos con intentar arreglar los tres poderes como para intentar también arreglar el cuarto.
Señores de los medios, den un canal aparte a todos estos individuos que se creen que su argumento es mas convincente por gritar mas, sáquenlos de las televisiones que todos vemos, pónganles a hacer monólogos si hace falta, como hicieron con Urdaci; pero por favor se lo pido, pongan a opinar sobre política a gente que quiera aportar algo más al pueblo que unos cuantos gritos y unos cuantos insultos. Sin ninguna duda, eso será lo mejor para todos.
Pides a los señores de los medios que les den un canal aparte a estos "periodistas" (véase el uso magistral de las comillas), pero es que ya tienen dos: Telemadrid e Intereconomía :-S
ResponderEliminarEn eso tienes toda la razón, me refería sobre todo a los que quedan en las tertulias que se dan en canales como Telecinco o Antena 3, que traen a políticos y a otros profesionales para que los hooligans les despedacen en directo. Nunca he estado en contra de la libertad de expresión ni lo estaré, pero oyendo a esta gente dan ganas de estarlo.
ResponderEliminarQuerido Guiliermo,
ResponderEliminarSi te das cuenta los debates presentes en televisión, tristemente, son el fiel reflejo de la mayoría de las discusiones que hay en los bares, de las comidas, sobremesas y demás reuniones sociales. Esto es lo que la gente busca y encuentra. El fiel reflejo de la escasa preparación y educación en nuestro país. Honestamente, crees qué si hubiera un debate con argumentos basados en estudios, estadísticas, leyes, y en general, argumentos sólidos de gente que realmente prepara sus intervenciones , lo que sería un DEBATE, con todas las letras, ¿la gente lo vería o quedaría reducido a la audiencia realmente preparada e interesada por la política? Te adelanto la respuesta: NO. La gente busca el morbo, el gallinero, las discusiones a gritos, ese es el foco del problema, la tristeza que hoy nos machaca. Debates para gente morbosa que a la vez hacen que esa gente pierda interés por la política. Es la educación lo que debe cambiar
Es cierto que tienes razón en cierta parte con eso de que los debates de la televisión son el fiel reflejo de las discusiones sociales, pero te aseguro que esto es una verdad a medias.
ResponderEliminarEn mi opinión, estas cometiendo un error de generalización. Me preguntas que si creo que un debate " con argumentos basados en estudios, estadísticas, leyes, y en general, argumentos sólidos de gente que realmente prepara sus intervenciones" se vería, y me dices que no se vería.
Te respondo con un dato: los 13 millones de espectadores y el 59,1 % de cuota de pantalla que reunió en 2008 el debate entre Zapatero y Rajoy. Un auténtico record, si lo comparamos con cualquier emisión donde haya debates políticos, incluso el de aquellos en el que hayan participado tanto Zapatero como Rajoy, como por ejemplo en "Una pregunta para usted", donde no se produce un debate como tal, cierto es. Allí vieron alrededor de 6 millones de personas a ambos candidatos, menos de la mitad del debate.Tampoco está nada mal. Por tanto, me parece que te equivocas.
Con esto te quiero decir que la ciudadania española no solo busca el morbo y las discusiones a gritos, sino que está perfectamente preparada para escuchar debates como dios manda. La educación debe mejorar, de acuerdo, para que todos nos impliquemos más; pero las cifras nos dicen que no es verdad que seamos un pueblo de ignorantes, que la desafección no se debe a la falta de educación.
Es cierto que la ciudadania debe colaborar e involucrarse, pero también es cierto que no todos los problemas se derivan de la actitud de los ciudadanos. Las instituciones públicas tienen también un alto grado de culpa en este tema.