martes, 21 de diciembre de 2010

LA LEY SINDE

El PSOE, hoy, 21 de diciembre de 2010, ha “cerrado” su página web de manera humorística para explicar a los ciudadanos la llamada ley Sinde. Una disposición incluida en la Ley de Economía Sostenible, que pretende acabar con el tráfico ilegal de contenidos protegidos por derechos de autor.
En primer lugar, me gustaría decir que la Ley de Economía Sostenible es muy importante para el futuro desarrollo de este país, ya que pretende cambiar de una santa vez el modelo productivo español, haciéndolo más competitivo y sostenible, ayudando por tanto a resolver, entre otras cosas, el modelo de las pensiones, que necesita más productividad si no se quiere alargar la edad de jubilación no ya 2 años, sino 10. No debemos tirar a la basura una ley vital para el futuro por una disposición. Quizás, el tema de las descargas no debería formar parte de esta ley. Ahí lo dejo.

En cuanto a la disposición objeto de críticas, la referida a las descargas de Internet, tengo que decir que no debemos limitar un derecho a los ciudadanos, como es el del libre acceso a la cultura, cultura que complementa nuestra educación, recordando que el derecho a la educación está recogido por nuestra Constitución.
No se debe establecer ningún tipo de censura cuando los ciudadanos están ejerciendo libremente su derecho a disfrutar de la cultura de manera gratuita, porque si pagamos por acceder a la cultura, solo unos pocos podrán disfrutar de ella, volviendo de nuevo al pasado, en el que solo los ricos disfrutaban de una formación que les permitía ser alguien en la sociedad, limitándose los pobres a ser los vasallos de los ricos. Y tendría gracia que un gobierno socialista facilitara una situación así.

El problema está en la mentalidad de los autores. Y es que, esta ley, obedece a las presiones de los autores, quienes no ven más allá del dinero que les reportan sus creaciones. Ellos tienen que entender que cuando se dedican a una actividad que es de “dominio público” por así decirlo, lo principal no debe ser hacerse rico, sino beneficiar a la sociedad en su conjunto; mentalidad altruista como la que tiene un profesor, tan importante o más que ellos, que gana un sueldo muy triste en relación al bien que hace a la sociedad. La cultura debe ser tan solo una vía para la formación de los ciudadanos y no una fuente de grandes riquezas para sus autores, como ellos pretenden.

Bien es verdad que lo que no se debe permitir es que nadie se beneficie de las descargas para otro fin que no se el de incrementar su formación, pero desde luego cercenar un derecho fundamental a la ciudadanía no debe ser la forma de solucionarlo. Soluciones a este problema podría ser el legalizar las páginas que distribuyen contenidos y someterlas a un control por parte del estado,o subvencionar a los autores para premiar sus creaciones y compensar en cierta parte el dinero que pierden, que, como digo, no es nada al lado de lo que gana la sociedad con sus creaciones.