Hace poco encontré en un libro de Fernando Mas (España. La década decisiva, Pág. 26.) una cita esclarecedora. Dice, sobre el gobierno socialista en 1992: “Embarcado en el liberalismo, el gobierno decidió hacer frente a la crisis echando manos de los ingresos de los trabajadores e imponiendo una reforma laboral que colmó la paciencia de los sindicatos”.
La historia se repite con la reforma laboral, construida a costa de perjudicar a los trabajadores. Señor Zapatero, los trabajadores jamás deben ser el saco donde golpear. Por respeto a su ideología, un gobierno socialista no se puede permitir una huelga general bajo ningún concepto, y si esto ocurre, el futuro será negro para el PSOE, muy negro. Esperemos que no se repita la historia, que llevó al PSOE a 15 años de letargo.
No me gusta tener que escribir estas palabras, como persona de izquierdas que confió en este gobierno, pero no me queda otra. Recapacite. Actúe como un verdadero socialdemócrata y no recorte los derechos que tanto nos ha costado conseguir.
